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martes, 27 de septiembre de 2011

8.7 Programación analítica por unidades de Aprendizaje (Unidades didácticas, unidades de trabajo)

  • Es el componente más significativo del sílabo porque en él se presenta el desarrollo analítico de la asignatura.
  • Suele estar precedida de una presentación global del número y denominación de las unidades de aprendizaje consideradas.
8.7.1 Unidades de Aprendizaje y número de horas
  • Propósito: Proporcionar una visión global del número de unidades consideradas en la asignatura, sus denominaciones, cantidad de horas de cada una de ellas y del total de la asignatura. Involucran el número de horas destinado a los tipos de evaluación.
  • Lineamiento:
 - El diseño a utilizar debe considerar los componentes señalados y ser muy simple.

8.7.2 Programación analítica de las unidades de aprendizaje
  • Propósito: Presentar los elementos curriculares involucrados en la programación de cada unidad de aprendizaje con la descripción de lo que en cada uno de ellos ha sido considerado con el propósito de contribuir al logro de los objetivos específicos y del objetivo general. 
  • Lineamientos:
- Diseñar cuadros que permitan tener una visión horizontal e integral de todos los elementos involucrados en la unidad. 
- Los elementos curriculares considerados son: 
Objetivo general (código), objetivo específico (código), contenidos específicos, criterio de evaluación, estrategia metodológica y bibliografía básica de la unidad. Dentro de la estrategia metodológica considerar: el número de horas requerido para el desarrollo de los contenidos; los métodos, procedimientos y técnicas; los medios y materiales educativos; y el escenario educativo. 
- Los contenidos específicos de la unidad se desagregan de los contenidos específicos de la asignatura. Son contenidos de mayor detalle y se les asigna un código que permite identificar su relación con el contenido mayor. 
- Los criterios de evaluación precisan los indicadores con los cuales serán verificados la incorporación o construcción de contenidos y el logro de los objetivos específicos. 
- La estrategia metodológica debe permitir alcanzar los resultados esperados. 
Se señala el número de horas previsto para el desarrollo de cada uno de los contenidos considerados en la unidad, los métodos, procedimientos y técnicas seleccionados por el docente (los cuales deben ser básicamente  activos y posibilitar el aprender haciendo, investigando y aplicando), se señala los medios y materiales educativos (que deben ser diversos, facilitar el auto aprendizaje y aprendizaje en equipo, y considerar tecnología de avanzada), y se determina el escenario educativo en el que se desarrollan los aprendizajes (aula, laboratorio, gabinete, sala de cómputo, fábrica, campo, biblioteca, etc.)
La bibliografía básica de la unidad debe considerar las fuentes que contienen información relacionada con los contenidos tratados. Comprende lecturas seleccionadas y direcciones electrónicas. La presentación de este componente es opcional.

domingo, 25 de septiembre de 2011

8.5 Objetivos específicos

  • Propósito: Precisar los resultados, metas o logros de mayor especificidad, respecto de los objetivos generales y que serán alcanzados por los estudiantes al participar en las unidades de aprendizaje.
  • Lineamientos:
        -    Debe quedar establecida su relación con el objetivo general del 
             cual se desagrega.
        -    Constituye un nivel de desempeño o comportamiento de mayor 
             especificidad.
        -    Dado que su nivel de especificidad en la programación del 
             sílabo sigue siendo amplia, en comparación con el objetivo 
             de un plan de sesión de aprendizaje, por ejemplo, es 
             recomendable redactar sólo la habilidad, destrezas o actitud 
             específica más el contenido.
        -    Estos objetivos deben tener también un código. Debe 
             establecerse una relación entre el código de los objetivos 
             específicos y el código del objetivo general del cual se 
             desagrega.
        Observación: si en vez de objetivos específicos se utilizan 
        «capacidades», la redacción de las mismas debe hacerse 
        utilizando verbos en indicativo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

6. ESTRUCTURA DEL SÍLABO: COMPONENTES BÁSICOS

  • Información General                 1
  • Sumilla                                       2
  • Objetivos                                    3
  • Contenidos                                4
  • Unidades de Aprendizaje        5
  • Estrategias Metodológicas     6
  • Equipos y Materiales               7
  • Evaluación                                8
  • Bibliografía                               9

6.1 Según Natalia Rodríguez Del Solar,35 el sílabo, como instrumento de enseñanza tiene los siguientes componentes básicos: 

1. Permite ubicar el curso dentro del Plan de Estudios: Asignatura, Programa, Semestre, Período, Créditos, Horas teóricas y horas prácticas, Horario, Local, Profesor responsable.
2. Síntesis del curso. Expresa la naturaleza, propósitos y contenidos para aportar en el logro del Perfil Profesional del egresado.
3. Enunciados de logros o resultados que se esperan alcanzar como consecuencia de la acción educativa. Constituye el Para qué se da la acción educativa, Fines, Objetivos Generales (traducen el propósito de la sumilla en términos de logros alcanzados) Objetivos Específicos (corresponden a cada Unidad de Aprendizaje y sirven de base para la evaluación).
4. A través de ellos se desarrollan las capacidades expresadas en los objetivos. Están presentes en el desarrollo de una clase. Expresan la manifestación tangible del elemento epistemológico del currículo. Criterios: significación epistemológica, contextualidad, funcionalidad, transferibilidad, transversalidad, especificidad y representatividad.
5. Unidades coherentes de contenidos específicos y de actividades de enseñanza – aprendizaje estructuradas de tal forma que conduzcan al estudiante a alcanzar los objetivos de un curso. Es recomendable señalar el tema de cada unidad.
6. Comprende la combinación de actividades, técnicas y recursos didácticos que se experimentarán teniendo en cuenta los objetivos de cada Unidad de Aprendizaje.
7. Posibilitarán que el estudiante logre experiencias significativas. Se emplearán desde los más simples hasta los variados equipos de multimedia. Deben ser coherentes con los procedimientos didácticos; suficientes, no excesivos; diversificados y útiles.
8. Será integral. Considera tipos, procedimientos, instrumentos a utilizar, requisitos de aprobación, fechas.
9. Relación de libros y autores para el desarrollo del curso. Actualizada y de acuerdo a normas internacionales: orden alfabético de autores, seguido de fecha de publicación, título de obra, edición, lugar de publicación, editorial, páginas.

35. Seminario «El Futuro de la Didáctica en la Educación Superior». UNMSM. Facultad de Educación. Unidad de Post Grado. Lima.1997.

jueves, 15 de septiembre de 2011

4. PRINCIPIOS A CONSIDERAR EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SÍLABO

a) Finalidad: El sílabo debe responder a los propósitos de la asignatura. Prever los aprendizajes que serán incorporados y la estrategia para conseguirlos.
b) Coherencia: Externamente, como un todo, debe guardar correspondencia con los objetivos del área curricular a la cual pertenece. Internamente, todos sus elementos deben guardar correspondencia con los objetivos de la asignatura.
c) Integralidad: Debe considerar todos aquellos componentes de previsión que aseguren la consecución de los propósitos de la asignatura.
d) Flexibilidad: El sílabo no debe ser un instrumento rígido sino pasible de ser reajustado en función de las necesidades de los educandos y del proceso enseñanza – aprendizaje.
e) Innovación: Debe ser continuamente revisado y actualizado a fin de incorporar los aportes científico – tecnológicos.
f) Dinamicidad: Debe posibilitar que el estudiante actúe, ejercite sus capacidades físicas y mentales, investigue y sea el gestor de sus aprendizajes.
g) Participación: Debe ser la expresión de la intervención conjunta de los sujetos comprometidos en la enseñanza – aprendizaje.
h) Sistematicidad: Sus elementos se estructuran de manera dinámica e interrelacionada en función a los propósitos de la asignatura.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

CAPÍTULO V: CONSTRUCCIÓN Y EVALUACIÓN DEL SÍLABO

1. CONCEPTO DE SÍLABO

    Es el «Instrumento de programación curricular que orienta el desarrollo global de una asignatura a cargo del profesor. Documento en el que los profesores o un grupo de especialistas comunican lo que se pretende que los estudiantes alcancen al final del desarrollo de un curso; es decir, la manera cómo va a facilitar el logro de los objetivos, así como los criterios y medios estratégicos que se emplearán para evaluar los resultados obtenidos».31

    «Representa el primer instrumento de carácter curricular que anticipa el desarrollo global del proceso de enseñanza - aprendizaje, convirtiéndose en la brújula y el pulso de la asignatura».32

    Es el «documento que se entrega al alumno y que le sirve de guía durante el desarrollo del curso. Explícita la orientación y características que tendrá el curso».33
    Es la «forma de programación curricular utilizada en el nivel superior o universitario. Es programación de larga duración, semestral o anual y en la cual se da una visión general y esquemática de la unidad curricular o asignatura que habrá de desarrollarse».34  Es el instrumento de previsión curricular que busca asegurar el logro de la intencionalidad educativa que le corresponde a una asignatura.


31. RODRÍGUEZ DEL SOLAR, Natalia. 1997. «Syllabus: ¿Instrumento de Enseñanza?». (documento). Seminario. «El Futuro de la Didáctica en la Educación Superior».  Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Unidad de Post Grado. Páginas 1-2.
32. PALACIOS, Raúl y otros. 1988. «Planeamiento de la Enseñanza». En «Didáctica Universitaria». Publicaciones de la Universidad de Lima. Segunda Edición. Lima. Pág. 102.
33. PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ. FACULTAD DE EDUCACIÓN. 1997. «Didáctica de la Educación Superior». Primera Unidad Didáctica. Tercera Edición. Lima.
34. ROSSI, Elías. 1993. «El Perfil Profesional y la Planificación Curricular a Nivel Universitario».  Ibídem.  Pág. 71.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

2. COMPONENTES BÁSICOS DEL PLAN CURRICULAR

2.1 Ideas previas

    El plan curricular debe estar constituido por un conjunto de campos, aspectos, segmentos e indicadores.
    Al interior de cada campo se considera un conjunto de aspectos a ser tenidos en cuenta y al interior de los aspectos aparecen segmentos los que a su vez presentan indicadores. 
   Cada campo constituye un componente esencial o básico del plan curricular y comprende información que resulta necesaria para comprender, explicar y desarrollar la propuesta curricular. Todos los componentes de un campo tienen similar naturaleza y van desagregando y especificando información que permite tener conocimiento preciso de qué es el campo, por qué es importante y qué contiene. Similar función van cumpliendo sucesivamente los aspectos, segmentos e indicadores en relación con el componente que los integra. El conjunto de aspectos dan la idea del campo y el conjunto de segmentos hacen lo mismo en relación con el segmento. Lo mismo ocurre con los indicadores en relación con el segmento.
    Puede afirmarse que el empleo de estos términos se vincula con la dimensión, alcance o cobertura de cada uno de los componentes considerados y que por lo tanto su diferencia está dada en términos de amplitud de aquello que cubre o comprende.

2.2 Campos, aspectos, segmentos e indicadores

    Los campos y aspectos que deben ser considerados en la construcción de un plan curricular son los siguientes:

  
 
Los segmentos e indicadores por cada aspecto son presentados al desarrollar la construcción de cada campo.

viernes, 19 de agosto de 2011

CAPÍTULO I: CURRÍCULO Y PLANIFICACIÓN CURRICULAR

1. UBICACIÓN DE LA PLANIFICACIÓN CURRICULAR DENTRO DE LAS FUNCIONES DE LA UNIVERSIDAD

La universidad como institución máxima de la educación superior se concibe, organiza y desenvuelve en cumplimiento de fines, principios, valores, objetivos y funciones. Al respecto, existe una frondosa teoría y experiencia variada en el mundo occidental y particularmente en América Latina y en el Perú. Experiencia en muchos casos semejante en cuanto a sus éxitos, fracasos, aspiraciones, expectativas y problemas.
En la mayor parte de países en latinoamérica se concibe la universidad como una institución que desarrolla una propuesta educativa del nivel superior para el servicio de la sociedad, para la atención de sus principales necesidades y problemas, para el desarrollo de la ciencia, tecnología y la cultura, y para el perfeccionamiento permanente de la persona humana. De esta concepción se derivan sus fines, objetivos y funciones y se formulan los principios bajo cuya inspiración deberán desarrollar sus actividades.
De la fuente de esta teoría, casi monocorde y generalmente extranjera en cuanto a fines y funciones, venimos recogiendo por décadas las ideas que sustentan la particular manera de concebir los fines y funciones de la universidad, lamentablemente con muy poca actitud crítica y con exclusión de originalidad.
Iván Rodríguez Chávez, notable intelectual peruano, actual Rector de la Universidad Ricardo Palma y Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores del Perú, expresa las siguientes ideas sobre los fines que debiera tener la universidad peruana, de los cuales se desprende asimismo la imagen del profesional universitario humanista y de calidad que debiéramos formar: «El fin supremo y fundamental de la universidad debe ser el de formar hombres integrales, multidimensionales, plenos, no unidimensionales, funcionarios, piezas de una máquina mayor. Hombres capaces de verse a sí mismos como tales, capaces de ver a los demás también como hombres iguales a él. Hombres capaces de ver en sus relaciones sociales y económicas, al hombre por sus intereses individuales y patrimoniales. Capaz de ver en todos al hombre con sus atributos inherentes de dignidad y libertad; con derechos y obligaciones a partir de su condición de hombre. Hombre que de por sí recuse la explotación y toda forma vejatoria de la dignidad humana. Hombre convencido que la dignidad humana es patrimonio de todos y nunca sinónimo de fortuna o posición social».*1
La universidad debe, a nuestro juicio, buscar el logro de los siguientes fines:
(1) Consolidar y profundizar la formación integral del hombre como persona, como ser social y como un agente promotor de la cultura nacional y universal, haciéndole partícipe de una educación superior de alta calidad académica que responda a las necesidades del país en el contexto latinoamericano y mundial;
(2) Servir a la sociedad realizando y promoviendo significativamente la investigación en las humanidades, la ciencia y la tecnología; fomentando la producción intelectual y artística; participando activamente en la gestión de proyectos de desarrollo socio – económico y en la consolidación y promoción de la cultura.
Sus funciones, entre otras, debieran ser las siguientes:
a) Formar integralmente a los profesionales, humanistas, científicos, investigadores y posgraduados con la más alta calidad académica y humana de acuerdo con las necesidades del país, el avance científico y tecnológico y cubriendo sus dimensiones como persona, como ser social y como especialista en una determinada área profesional.
b) Realizar y promover la investigación en las humanidades, en las ciencias y en las tecnologías, y fomentar la producción intelectual y la creación artística.
c) Promover y participar en la gestión de proyectos de desarrollo socio – económico y en la integración de sus conocimientos con los de la sociedad contribuyendo con su desarrollo integral; y
d) Fomentar el conocimiento y desarrollo de la realidad pluricultural del país con sus valores prevalentes, y conservar, acrecentar y transmitir la cultura universal con sentido crítico y creativo.
El planteamiento de las funciones expuestas nos permite ubicar al currículo y la planificación curricular como conceptos que sólo tienen existencia y se explican cuando nos ubicamos en la función formativa que cumple la universidad; es decir, cuando hablamos de formar a los profesionales, humanistas, científicos, especialistas, investigadores y posgraduados que el país necesita. No hablamos de currículo ni de planificación curricular cuando nos ubicamos en las funciones de investigación, de gestión de proyectos de desarrollo socio – económico, ni de promoción de la cultura. Nos referimos a estos conceptos sólo cuando incursionamos en el campo de la docencia universitaria.
La planificación curricular se convierte de este modo en un proceso estrechamente ligado a las funciones del docente universitario, sea cual fuere la profesión que éste tenga, puesto que en la actualidad nadie discute que deben ser los profesionales de determinada carrera profesional quienes deban formar a los futuros profesionales en cada profesión. Otras funciones exigidas por el ejercicio de la docencia universitaria son el manejo de estrategias para la enseñanza – aprendizaje, el empleo creativo de medios y materiales educativos, y la evaluación de los aprendizajes y del currículo de cada carrera. La exigencia de las funciones planteadas demanda que las universidades organicen los mecanismos de capacitación y actualización necesarios que permitan a los profesionales que van a ejercer la docencia universitaria, adquirir los saberes y las competencias necesarias para un correcto desempeño de la misma. Ello ha generado la necesidad de crear en las universidades sistemas de capacitación que aborden estas preocupaciones.
La necesidad de preparar al docente universitario en el manejo de las funciones pedagógicas de planificación, implementación, ejecución y evaluación de los aprendizajes hace necesario, incluso, que las universidades reestructuren sus currículos formadores de profesionales a fin de incluir en el pregrado asignaturas de Didáctica o Dirección del Aprendizaje o de Pedagogía que permitan a los futuros profesionales estar capacitados para el posible ejercicio de la docencia universitaria, siendo luego una opción complementaria los niveles de posgrado en dicho campo.

*1 RODRÍGUEZ, Iván. 1993. «Entre la incomprensión y el deber. La universidad peruana en la década del ochenta». Serie: Temas universitarios. Cuaderno N° 1. Talleres gráficos de Seglusa Editores e Impresores S.A. Lima – Perú. p. 76.
*2 ROSSI, Elías. 1989. «Teoría y Técnica Curricular».1ª edición. Editorial de la Universidad de San Martín de Porres. Lima – Perú.